He aprendido a amar el otoño


Por Marta Manríquez Morales

AHORA QUE TENGO HILOS DE PLATA EN MI CABELLO ANUNCIANDO MI OTOÑO, HE APRENDIDO A AMAR EL OTOÑO... LA HOJA PALIDECE COMO DONCELLA  A PUNTO DE DESMAYARSE, O SE CUBRE DE RUBOR INTENSO, SE DESPRENDE Y DESCIENDE A DORMIR EN EL SENO DE LA MADRE TIERRA... O TAL VEZ SE VUELVE PÁJARO Y EMIGRA A TIERRAS SOLEADAS

Comentarios

  1. Amamos el arribo de cada estación, pero a ninguna como el otoño.

    Un fuerte abrazo, mi querida Kika.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Traiguén, un pequeño pueblo al sur del mundo

Un mate junto a Víctor Jara

El origen del pueblo mapuche (epew relatado por Clara Raiman)