Bailando con la Dama-Muerte

 

Por Marta Luz Manríquez Morales

Los occidentales tenemos una visión muy pobre de la muerte.En cambio para el Oriente y para muchos pueblos pre-Colombinos originarios como los Mayas o los Hopi, la muerte y la vida son hermanas gemelas, las dos caras de una misma moneda.

Existe una leyenda Hopi que relaté una vez, donde el búho , guardían de los Dos Mundos( el de los Vivos y el de los Muertos ) pregunta ¿WHO? es decir ¿Quién?.Los chamanes añaden que el búho pregunta también a los iniciados , los que saben la respuesta a la primera pregunta,¿Cúal es el mayor misterio? y la repuesta susurrada por los Espíritus Elementales dice: Que hay un momento en que la Vida y la Muerte son una misma cosa.

A lo largo de la vida, muchas veces bailamos con la muerte.A veces concientemente, otras , sin saberlo.

¿No baila , acaso , con la Muerte el que consume drogas ?¿ El dipsómano? Si, si lo hacen. Una danza frenética , sin ritmo , sin armonía . Una danza enloquecida sin conciencia alguna hasta el final abrupto, el golpe dado con maestría por la guadaña de la Dama bailarina .

En cambio, una mujer con cáncer de mamas baila también con la Dama Muerte.Porque debo aclarar el punto, antes de seguir adelante , la Muerte es una Dama. Una señora de alto linaje, una aristócrata fina , fría y distante en apariencia ...pero las apariencias engañan. Alejandro Casona la llamo poetica y acertadamente, "La Dama del Alba". Su obra de teatro es una pieza maestra y un intento por levantar el velo del misterio que tanto sobrecoge al hombre.

Y volviendo a la danza de una enferma que combate el cáncer con la Muerte esta es una danza conciente, con ritmo , con armonía , un juego de dos en que ambas bailarinas están frente a frente. En todo momento se miran a la cara , desafiantes, la danza puede ser lenta , dolorosa o un vertiginoso ritmo .A veces, vence la Dama-Muerte.Otras, la Vida reclama lo suyo, la mujer danznte y le pide a la Muerte que se retire , que espere la siguiente ronda de baile.

Mis propias danzas con la Muerte comenzaron el día en que tuve conciencia de que era mortal.

Los niños no saben nada de la muerte. Esta es algo informe, lejano, desconocido, pero no terrible ni aterrador. Somos los adultos los que les enseñamos a tenerle miedo a la muerte.

Porque si bien es verdad que la carne es mortal, el espíritu nunca , nunca muere. Puede dormir un largo sueño, puede vagar por distintas dimenciones, distintos estados, distintos universos , pero no mure nunca. Para el espíritu no existe la Muerte-Muerte. Solo la Vida-Muerte-Vida después de la Muerte.

Para mí , al principio la muerte fue el gatito de la casa que se quedó quieto , frío y mudo y que enterramos en un rincón del jardín.La mariposa nocturna hallada mustia en el porche.El San Juanito quieto entre las plantas .

Luego supe que que las personas también se mueren . Se van al cielo-me dijeron. Pero su cuerpo inerte era encerrado en una caja y sepultado en la tierra.Como el gatito al que le pusimos una crucesita con su nombre, aunque la memé dijo que eso era "herejía"

Pero no empecé a buscarla para bailar con ella hasta que tuve quince años y de golpe supe las verdades que me ocultaban los adultos para protejerme.( yo hago lo mismo , repito el mismo esquema con mi hijo y sin duda el hará lo mismo con los suyos)

Saber la verdad de la relación de mis padres, que el matrimonio no era para toda la vida, ni un sueño rosa , y que habían horribles peleas, gritos y recriminaciones .Saber de los problemas de mi madre con el alcohol , de mi padre que nunca cortó el cordón umbilical con su familia , pero que como todo artista se la pasó huyendo de la realidad y buscando como último refugio la fe en Dios , un Dios compasivo, poeta , muy distinto del castigador judeo-Cristiano.

Todo fue demasiado para una niña sensible que usaba aún trenzas y tuve mi primera depresión , la primera crisis de pánico.

Recuerdo que las manchas de la madera de las paredes se volvieron rostros de pesadilla, que el techo amenazaba con descender y aplastarme y que lloraba en mi cama porque me iba a morir y me iba a ir al infierno.Sentía incluso el crepitar de las llamas cerca de mi lecho. Mi tía Marta me decía que rezara, pero no podía hacerlo. Esa fue mi primera crisis .Solo quien ha tenido estos episodios sabe lo terribles que son.

Ese primer baile fue con un esqueleto horrible , vestido con una mortaja negra , de aliento fétido y unas cuencas vacías de ojos que me miraban amenazandome con su guadaña.

Con los años he bailado otras veces con la Muerte. Un accidente en un puente carretero mi primer año de Universidad, solo meses después del fallecimiento de mi abuela, la Memé María , que me crió junto con mis cinco tías paternas.

El aborto espontáneo de mi primer hijo al cuarto mes de embarazo . El primer bofetón que me dió mi ex-esposo. La enfermedad de mi único hijo Fernando, un niño asperger .La ruptura de mi matrimonio.

Pero la Muerte ha ido cambiando de rostro.Ya no es ese esqueleto al que me enseñaron a temer. Ni existe un lago de fuego y azufre donde se hundirá mi pobre alma pecadora.

Dios Padre y Madre es infinitamente compasivo y la Dama se ha convertido en una señora muy alta , de largos cabellos oscuros con canas en las sienes , de pechos firmes y amplio regazo que me acuna con dulzura.

Su mano ya no es la descarnada , cuyas falanges parecen garras, sino una fina y delicada mano muy blanca , que seca mi llanto antes de enviarme con un ligero empujoncito de vuelta a la Vida.

La he buscado muchs veces en medio de mi dolor. La Muerte se llevó a mi Tía Rebeca ( mi Mami Coco) y yo quize irme con ella.

Se quemó mi casa, mis muebles, mis fotos, mis recuerdos, mis cuadernos con poesía y yo quise volverme también cenizas.

Entonces Ella, la Muerte , me coge por la cintura , baila unos pasos de vals comigo y luego su danza se vuelve alegre Salsa y me manda de regreso porque todavía no es mi hora.

Cuando la llamo y le pido que me lleve porque ya no puedo más y que no soporto el dolor que me está causando la vida, me escucha con el ceño arrugado , baila un par de pasos conmigo y luego me regaña

-No sea cobarde. No es la Vida la que no soporta . No soporta el dolor porque no está viviendo, está vegetando y eso la lastima. Viva de verdad ...haga su labor creativa y dejará de dolerle.

Y empiezo otra vez, maltratada, pero sabiendo que Dios me mandará fuerzas para reinventarme.

Algún día será el baile definitivo. Ya no la buscaré.Será ella quien llegue en puntillas y me cogerá con ternura . Nos iremos bailando , riendo como locas , un vlas, un tango, un corrido mexicano, una Salsa, una Samba o tal vez, una cueca. Pero ya no habrá miedo, ni rabia , ni despecho , ni las ganas del suicida de hacer sufrir a los otros.

Habrá una paz infinita.Un recostarse en el pecho de Dios, allá en el infinito.Tomar esa bocanada de Eternidad que prometió el Nazareno y no puedo decir que vendrá después.

Aún no he bebido mi porción de Muerte que me hará Inmortal por una eternidad de eternidades.

Comentarios

  1. Siempre estamos al borde, cortejándola.

    Un abrazo fuerte mi querida Kika.

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