Un mate junto a Víctor Jara


Por Marta Luz Manríquez Morales

Arrímate a mi lado, Victor, que tengo tanto que contarte
Acá en el sur llueve, en Santiago el sol alto
Y un aire de fiesta en las calles
Para los que no recuerdan o no quieren recordar
Un día como hoy, en primavera
Hace una punta de años ya

39 años, como vuela el tiempo
Tu vida el odio cegó
Tus manos no soltaron la guitarra
Pero tu alma se echó a volar

¿Nos tomamos un mate? Para empezar a conversar
Quisimos cambiar el mundo
Quisimos un país justo, feliz y en libertad
Y una jauría de hienas furiosas
Nos desgarró los sueños
El canto del pueblo quiso silenciar

Soportamos diecisiete años de dictadura
A la sombra del general muerte
Asesino entre asesinos, el traidor Pinochet
Puedo perdonarlo algún
día, pero aún no lo sé
Las calles de mi país llenas de sangre
Eso no lo olvidaré, aunque era una niña de trenzas rubias
Y en la humanidad tenía fe.


Muchos cayeron luchando, la lucha nunca acabó
Hasta esta poeta con flores en las manos, los fusiles enfrentó
Hasta que cansada la gente al tirano expulso
Pero quedaron sus esbirros, pese al triunfo del NO
NO a la muerte, NO a la injusticia, NO a la impunidad
NO a tiranos, ni militares
SI a la libertad

Pero el pueblo olvida ¿lo recuerda el Nazareno allá en Israel?
Clavan en una cruz de madera al que proclamaron como rey
Y Víctor, ceba otro mate
No paramos de trabajar cada uno desde su sitio
Para que vuelva la libertad
Los estudiantes, los obreros, los artistas
Todos porque haya justicia y acabe la impunidad


No te mataron, Victor, vida mía
Cuarenta y cuatro balas, culatazos
Despliegues de crueldad
Estás más vivo que nunca en tu pueblo
Eres, Ruiseñor, inmortal
Algún día las alamedas se abrirán de verdad
Y entonces abrazados gritaremos
VIVA LA PATRIA Y LA LIBERTAD

 Traiguén, Septiembre de 2012

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