El otro Pablo (dedicado a Pablo de Rokha)

Por Marta Luz Manríquez Morales

Era para mí
"El otro Pablo"
el poeta Pablo de Rocka
fuerte como un minotauro

Lo miraba desde lejos
con respeto silencioso
no lo sentía cercano
como a Neruda
que por haberse paseado por Temuco
sentía como a un tío "El tío Pablo"

No me hubiera tomado
ninguna libertad con él
confieso que los ojos de uva de Neruda
me invitaban a jugar con sus caracolas
a trajinar en sus bolsillos
en busca de poemas sueltos
a contemplar sus bellos mascarones

El otro Pablo era también
un dios en el Olimpo de la poesía
donde nosotros
los poetas pequeños
eramos solo "semidioses"

Pero cuando le salió al encuentro
a la Dama-Muerte
y se lanzó en sus brazos
sin que ella
antes lo llamase
el respeto silencioso
que los camopesinos sureños
sentimos por la gente importante
se volvió ternura

Entonces dejó de ser "El otro Pablo"
porque Pablo de Rocka
al que creí de piedra
con ese gesto suyo
al irse bailando vals con la Muerte
me enseñó que era
también un ser humano.