RODRIGO DORMIDO

(dedicado a RODRIGO ROJAS DENEGRI,  5 de Julio de 1987)


Por Marta Luz Manríquez Morales

¿Duermes, Rodrigo ?
¿sientes sobre tu cuerpo
el dulce manto
de tu tierra?
¿ Descansas, Rodrigo?
¿Descansas por fin de la angustia
del dolor, del horror
al que fuiste sometido?
¿Está tu corazón en paz
porque has vuelto
a tu Chile
y ya no te irás más?
¿Está tu corazón tranquilo?
¿Se ha hecho verdad tu sueño
el más ansiado
el más querido?
¿Nos ves, Rodrigo?
¿Ves como desfilamos
desnudos y como dormidos
buscando el tiempo
perdido?
¿Nos ves caminar
en busca de largas Alamedas,
nos ves forjar sueños
luchar contra los barrotes
la cárcel de la conciencia?
¿Nos oyes, Rodrigo?
cantamos, lloramos
reímos
¿oyes los lamentos?
las risas
las canciones
las palabras de hielo
de fuego
el fragor del pueblo
y el silencio
que apaga lo creativo?
¿Nos amas, Rodrigo?
volviste, palomo sin alas
volviste a tu nido
y rociamos tu cuerpo dorado
y encendimos ese infierno
y desgarramos tu carne
y callamos cobardes, Rodrigo
A pesar de eso
¿Nos amas, Rodrigo?
Vendrá la primavera
vendrá pronto, Rodrigo
y en la espina
y en la rosa
y en el árbol
y en el espino
y en el pan que consumamos
estarás tú, Rodrigo
y en el agua que bebamos
y en la tierra que pisemos
y en el aire y en el viento
y en los campos que renazcan
estarás tú, Rodrigo

Comentarios

  1. Maravilloso poema. Me ha traído hasta aquí Jorge Muzam, ese hombre al que nada le es indiferente.

    Te dejo un poema que pudiera ser para Rodrigo.

    "Lo llevaban a hombros, entre cuatro,
    recorriendo presurosos el camino
    atravesando gran parte del Camposante.
    A su paso iban dejando,
    mirando sin ver,
    indiferentes al destino
    otros cuerpos,
    polvos ya,
    que también un día, a hombros,
    sus amigos los llevaron
    por idéntico camino.

    Las gentes seguían silenciosas,
    inútiles ramilletes:
    jazmines, claveles, rosas.

    !Ay cementerios!
    sólo soís ruinas humanas
    que cobijan miserables ambiciones,
    pasiones ocultas, vanas.

    Ansiosas entrañas
    cobijando jerarquías
    pero no cobijan almas."

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Una noble y justa forma de recordar y mantener viva en la memoria colectiva a una persona como Rodrigo Rojas Denegri, un joven que sin tener culpa alguna sucumbió de la forma más cruel ante una dictadura criminal.

    Hermoso poema y hermoso poema también el de Concha Pelayo.

    Un abrazo enorme para ambas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Traiguén, un pequeño pueblo al sur del mundo

Paya de los poetas

Un mate junto a Víctor Jara