Malditos poetas malditos (a la memoria de Juan Pablo Ampuero de parte de una maldita poeta)
Por Marta Luz Manríquez Morales
La definición de poetas "malditos", término usado por primera vez
por el francés Paul Verlaine en su libro "LES POÈTES MAUDITS " y que
agrupa a poetas como Arthur Rimbaud, Stèphane Mallarmé, Auguste
Villiers de L isle -Adam, Marceline Debors-Valmore y "le Pauvre Lilien"
(anagrama del propio Paul Verlaine) nos habla de aquellos que
escriben en forma libre, rechazando tanto la normativa de las artes
como las reglas y costumbres sociales. El término "MALDITISMO " fue
tomado de Charles Baudelaire, otro maldito en sus "Flores del mal".
Con
el tiempo se extendió el término hacia otras artes, incluso las
pláticas y otros recibieron el apelativo, John Keats y Edgard Allan Poe,
por ejemplo.
Los malditos, dicho sea de paso, yo lo soy, viven
una existencia atormentada, no obtienen en vida el reconocimiento a su
obra y muchas veces se enredan en una vida bohemia y son víctimas de una
dipsomanía que los arrastra a su autodestrucción. También padecen de la
imposibilidad de mantener un trabajo estable, su conducta libre causa
escándalo y tienen serios problemas con su familia que se cansa de
soportar sus desvaríos artísticos y de otra clase.
En este
contexto quiero referirme al poeta Juan Pablo Ampuero , un chileno
nacido en Punta Arenas pero que vivió y desarrollo su vida personal,
profesional y literaria en Temuco, capital de la Novena Región. Su
nombre civil era Carlos Kaiser y era profesor de inglés ( cosa que
odiaba , como maldito que era) , su otro yo Juan Pablo era otra cosa,
vibraba con la poesía y su poesía era absolutamente quebradora de
esquemas. En el Club Radical, cuando el vino tinto empezaba a hacerle
cosquillas, iba de mesa en mesa declamando, discutiendo, pero en
buena onda y armando bulla.
Las noches eran terribles para Juan Pablo. Solía recurrir a los amigos para que lo ayudaran a exorcizar sus fantasmas.
La
poetisa Cecilia Casting recibía su llamada a eso de las tres de la
mañana y el acudía a beber sus copitas "espanta-demonios" tras pedir
permiso "al dueño de casa". Esta fórmula recordaba lo que dice la
leyenda sobre los vampiros... si el dueño de casa los invita no te hacen
daño pero quedas sin defensa a sus artimañas "vampirescas".
Aldo
Barrera, Tadeo Luna ( alter ego del poeta, novelista y periodista
Guillermo Chavez ), Guido Eytel, el Licenciado de la Mora, la
maravillosa Selva Saavedra... todos apoyaban y bebían con Kaiser y con
Juan Pablo y lo distraían porque en sus últimos años hablaba
insistentemente de "matar a Carlos Kayser".
Pero esta idea terminó
por inundarlo por completo, por apagar su sed de vivir y el 14 de
julio del 2002 Ampuero mató a Kayser y Kayser lo mató a él.
También yo soy una poeta maldita ( Juan Manuel Fierro, actual subrrector de la Ufro me puso así "MALDITA POETA")
En mi pueblo natal no hay trabajo para mí. Mi familia, que pierde la paciencia conmigo muy a menudo, me mantiene.
El
padre de mi hijo, del que estoy divorciada, continuamente me repetía
"las mujeres decentes no escriben poesía ". Actualmente, con una nueva
esposa y otro hijo... ni siquiera le manda su mensualidad a nuestro
hijo, que irónicamente, salió poeta.
Mis pobres tías ( mis padres
ya murieron ) sufren con la sobrina descarriada que pasa horas
escribiendo en un cibercafé mal alimentándose de chatarra y café frío (
siempre olvido tomarlo cuando está caliente) y que no gana ni un peso
con los cursos de literatura que hace y con los artículos y poemas que
sube al Facebook. Para colmo, el hijo va por el mismo camino.
He
pensado como Juan Pablo en terminar con mi vida. Una vez lo intenté
poniéndome en medio de la calle con el semáforo en rojo, esperando ser
atropellada... pero, pueblo chico, me sacaron en volandas antes que
algún vehículo siquiera pasara a rozarme.
No lo he vuelto a intentar porque unos ojos verdes me necesitan... mi hijo me ama pese a lo mala madre que soy.
Pero entiendo el dolor de salirse de los moldes, de ver más allá, de ir contra la corriente.
Yo
no bebo. La familia de mi madre era alcohólica y eso fue una cura de
burros para que no probara más allá de las dos copitas de vino blanco,
aunque el tinto también me gusta pero "chambreado ".
Mi ex-esposo también era bebedor. El me hizo odiar los viernes.
Mi
gran vicio son los chocolates y la comida. Nunca he hecho dieta y como
tanto como un hombre. Las drogas no me atraen... me gusta conservar mis
cinco sentidos y las musas ( soy la musa de la generación NN-SUR )
somos abstemias para poder cuidar de nuestros poetas cuando el alcohol
les nubla la razón.
Ser poeta es un duro oficio y si eres mujer,
lo es el doble. Y cuando eres maldito y el arte te arde en las venas y
te arrastra como hoja al viento... necesitas ser un super héroe... al
menos necesitas un gran valor.
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